El Gobierno Invisible

a partir de la Segunda Guerra Mundial
La historia que se nos ha contado siempre – especialmente desde el siglo XX – es apenas una fachada. Detrás de los eventos más impactantes —tragedias, guerras, desastres tecnológicos— se encuentra un plan maestro de control global, ejecutado por la élite regresiva y respaldado por los Anunnaki, seres humanoides con conocimientos tecnológicos y bélicos avanzados.
Titanic y la Reserva Federal: el control del dinero

El 15 de abril de 1912, el RMS Titanic se hundió en el Atlántico Norte. Oficialmente, fue un accidente, pero su hundimiento tenía un objetivo oculto: eliminar a los opositores a la creación de un banco central privado en Estados Unidos. Entre los muertos se encontraban tres de los empresarios más ricos y poderosos de la época, que se oponían a la privatización del banco central y al establecimiento de la Reserva Federal, fundada en 1913 bajo Woodrow Wilson.
El oro estadounidense pudo así ser entregado a los Anunnaki como pago por tecnología bélica avanzada, incluyendo la bomba nuclear, para garantizar el dominio a la fuerza sobre nuestra civilización en caso que no funcionara totalmente el plan original de debilitar a la Unión Soviética, para el control financiero y petrolero global.
Hindenburg: el sabotaje de la energía gratis

Veinticinco años después, en 1937, el dirigible Hindenburg se incendió en Nueva Jersey. Más allá del relato oficial, el evento fue un sabotaje estratégico: desacreditar la tecnología del hidrógeno y los dirigibles para que la civilización quedara dependiente del petróleo, controlado por corporaciones y la élite financiera.
Al igual que el Titanic, el Hindenburg sirvió para demostrar que la élite elimina cualquier alternativa que pueda quitarle el control de nuestra civilización, asegurando así que los pilares de la civilización —dinero y petróleo— permanecieran bajo su dominio.
Segunda Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial no fue solo un enfrentamiento entre naciones, sino un gran inicio de reordenamiento global:
- Creación de instituciones financieras globales:
- Banco de Pagos Internacionales (BIS), Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial (BM), instrumentos para controlar el flujo de dinero, inclusive a través de la deuda.
- Creación de instituciones privadas para políticas globales:
- La ONU y sus agencias (OMS, FAO, UNESCO) permitieron dirigir la narrativa de tres rubros fundamentales: salud, alimentación y educación a escala planetaria.
- La OTAN se convirtió en brazo militar de la élite, asegurando que cualquier conflicto sirviera a sus intereses estratégicos.
Holocausto e Israel
control de Oriente Medio y el petróleo
El Holocausto, además de ser una tergiversación del suceso para ser utilizado como herramienta geopolítica. Creó la presión internacional necesaria para establecer Israel en 1948, garantizando un aliado estratégico en Medio Oriente.
Con Israel como base, la élite pudo controlar indirectamente los países petroleros, asegurando que los recursos energéticos esenciales permanecieran bajo su influencia. La narrativa global de culpa y reparación sirvió para justificar la intervención y presencia militar y política en la región.
El patrón maestro: un gobierno invisible
- Titanic: control del dinero → Reserva Federal → oro entregado a los Anunnaki.
- Hindenburg: control de la energía → petróleo como monopolio.
- Segunda Guerra Mundial: creación de instituciones globales – privadas – que gobiernan de manera invisible.
- Holocausto e Israel: control de Oriente Medio y de los recursos petroleros estratégicos.
Estos eventos revelan un patrón de manipulación sistemática, donde la élite asegura su poder sobre la humanidad a través del dinero y el petróleo, o sea la economía, la energía, también utilizando la tecnología y la narrativa global. Cada tragedia y cada guerra fueron piezas calculadas de un tablero mayor, diseñado para que la civilización evolucione dentro de los límites que la élite y sus aliados —humanos y no humanos— han establecido.
Conclusión
Desde el Titanic hasta el establecimiento de Israel, pasando por la Reserva Federal, el Hindenburg y la Segunda Guerra Mundial, se observa la construcción gradual de un gobierno invisible. Este gobierno no aparece en las constituciones ni en los tratados públicos, pero controla dinero, energía, tecnología y conflictos a escala planetaria, manteniendo a la humanidad en un ciclo de dependencia y manipulación.
El verdadero desafío contemporáneo es reconocer estos patrones, entender la estructura que los sostiene y buscar alternativas que permitan recuperar autonomía energética, financiera y tecnológica para la civilización humana.
Estudiar y difundir la Verdad Revelada, desempeña el punto de partida básico y natural para revertir el control de las élites regresivas sobre la humanidad y recuperar nuestra libertad.