Es una antigua raza de seres humanoides reptilianos con presencia en la tercera y la cuarta dimensión, poseen un gran desarrollo tecnológico, especialmente bélico por la experiencia de colonizar otras civilizaciones y además con vastos conocimientos genéticos.
Carecían de la capacidad de procesar energías sutiles como la del amor. Por lo que eran seres muy egocéntricos. Tenían la creencia de que por ser una raza más antigua, les correspondía el derecho de ser una especie de amos o dioses para las razas más jóvenes.
Practicaban la poligamia y el incesto, entendían que las mujeres eran seres de mucho menor jerarquía que el hombre. Consideraban de tan poca importancia a las mujeres que llegaron a reproducirse por clonación.
Obviamente eran muy hostiles, desarrollando pugnas internas por el poder en su planeta Nibiru, llegando a afectar seriamente su atmósfera. Ésto los obligó a buscar fuentes de oro para rociarlo periódicamente en forma mono atómica y así poder bloquear los rayos cósmicos para mantener la vida en su superficie.
También desarrollaron tecnologías para desplazarse en la galaxia, como las naves espaciales, necesarias para localizar fuentes de oro en otros planetas. Razones trajeron a nuestro planeta a Enki, hijo primogénito del rey Anu y maestro genetista. Es por eso que deciden iniciar un asentamiento que alojaría a los investigadores para evaluar y posteriormente, a la fuerza laboral para extraerlo.
Los obreros fueron muy afectados tanto por la atmósfera del planeta, como las condiciones de trabajo en las minas y enfermaron rápidamente. Comenzaron a hacer huelgas, siendo una de las razones que los llevaría a pensar en desarrollar una nueva raza humana idónea, para realizar dicha labor, así como todas las estructuras necesarias en un sistema artificial, para controlar y someter a esta nueva civilización.
Características de la nueva raza:
- Humanos físicamente resistentes a los requerimientos necesarios para extraer el oro de las minas.
- Humanos débiles mentalmente, con solo la percepción de la tercera dimensión, para que sólo puedan percibir su mundo artificial a través de los cinco sentidos, objetivo conseguido con el capado del ADN, al impedir la comunicación con su yo superior.
- Humanos con un deseo sexual límbico para una rápida reproducción y así tener la mano de obra necesitada en el menor tiempo posible.
No vamos a dar detalles sobre varias pruebas infructuosas y de una primera raza fallida, ver los detalles en el capítulo: El Diluvio Universal. Así nace la raza negra, alojándole en África, donde habían encontrado los mayores yacimientos de oro.
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