Introducción
El dominio hegemónico de Occidente está llegando a su fin. Su estrategia de imponer sus designios por la fuerza a naciones soberanas ya no da los resultados de antaño. Esta vez, además, cometieron un error estratégico monumental: enfrentarse a Irán.
La vieja narrativa de poseer el armamento más avanzado y letal del planeta se derrumba día tras día. Ignoran —o fingen ignorar— que la Federación Galáctica ha equipado tecnológicamente a los países disidentes con herramientas muy superiores, con el propósito de neutralizar y derrotar la opresión de la élite regresiva.
Presencia de la Federación Galáctica
Como hemos expuesto reiteradamente, la Federación Galáctica ejerce un control absoluto sobre el espacio aéreo y marítimo del planeta. Además, cumple la directriz del Padre Creador de impedir a toda costa cualquier detonación nuclear en la Tierra.
Cada misil lanzado es monitoreado meticulosamente por la Federación. Aunque no intervienen de forma directa en los conflictos armados —respetando el libre albedrío asignado a la galaxia—, toda acción regresiva recibe una reacción contundente de la coalición de países opositores, asesorados y respaldados por esta fuerza superior.
La Alianza de los Países Opositores
La contienda no es solo militar; es también política y económica. De ahí surge la formación y expansión de BRICS, ahora BRICS+, como bloque de resistencia ante la despiadada guerra económica, política y de propaganda que las fuerzas regresivas desatan para doblegar a naciones soberanas.
El caso de Rusia es ilustrativo: fue provocada sistemáticamente, con Occidente violando acuerdos previos para ganar tiempo y armar a Ucrania como peón de desgaste.
Este plan no es nuevo: durante la Segunda Guerra Mundial, Hitler fue impulsado al poder por corporaciones estadounidenses a través de Prescott Bush —abuelo de George W. Bush—, con el objetivo encubierto de debilitar y fragmentar a la Unión Soviética para saquear sus vastos recursos naturales.
Hoy, Ucrania desempeña el mismo rol: agotar a Rusia, cercándola con sanciones masivas y facilitar la expansión de la OTAN. Sin embargo, gracias a la estructuración progresiva de la Alianza Terrestre, cada vez más naciones se alinean abiertamente contra la hegemonía occidental: Rusia, China, Irán, Corea del Norte, y otros actores emergen como un bloque sólido, decidido a detener los abusos.
Los ejemplos de Irak, Libia, Siria y otros siguen siendo recordatorios vivos de la brutalidad con la que opera la OTAN cuando no se le detiene.
La OTAN y sus Guerras Recientes
Las guerras recientes, impulsadas por la OTAN, son actos desesperados para retrasar su derrota final y sostener su poder sobre la superficie del planeta.
Tras el inicio del conflicto en Ucrania —y ante la resistencia imbatible de la Federación Rusa—, fomentaron a Hamas como pretexto para provocar un nuevo conflicto con Israel y legitimar una respuesta genocida contra Gaza.
Fracasado este plan, iniciaron provocaciones directas contra Irán. Pero Irán no es Gaza: posee recursos y determinación para responder y vencer. Netanyahu, siguiendo el guion de Zelensky, reportó ataques de Irán contra infraestructuras civiles, incluyendo un hospital —un crimen de guerra evidente— para justificar su petición de ayuda urgente a Estados Unidos.
Desafortunadamente, Donald Trump cayó en la trampa, como intentaron hacer con John F. Kennedy en 1961 durante la Crisis de los Misiles en Cuba. En ambos casos, la élite regresiva buscó forzar guerras nucleares para perpetuar su control y sofocar cualquier elevación de la conciencia colectiva, como pretendía el movimiento Hippie.
Trump autorizó ataques contra Irán tras abandonar de forma arbitraria un acuerdo nuclear previamente en negociación. Irán, firme en no tolerar abusos, respondió contundentemente, obligando a Trump a solicitar la mediación de China para evitar una escalada mayor que pudiera llevarlo a la exposición del poder militar Iraní. Posteriormente, presentó un acuerdo de paz unilateral —una rendición disimulada— para encubrir su derrota diplomática y militar. La posición de Irán permanece inquebrantable: atacan solo cuando son atacados.
Sin embargo, todo indica que Estados Unidos solo busca ganar tiempo para rearmar a Israel y reavivar el conflicto, tal como hizo en Ucrania. Es imperativo comprender que esta guerra multidimensional se libra por el control de la conciencia colectiva humana, el recurso más valioso para sostener o desmoronar la Matrix 3D.
Conclusión
La victoria ya está asegurada para la humanidad, pero podemos acelerar este proceso y mitigar el sufrimiento si cada uno asume su parte de responsabilidad: estudiar y difundir LA VERDAD REVELADA sin descanso.
Quien lleve esta Verdad a cada rincón de su entorno, físico y virtual, contribuye a desmoronar la estructura de control que aún persiste. Por ello, los invito a que dediquen cada minuto libre —tras cumplir con las obligaciones básicas de la Matrix 3D— a expandir LA VERDAD REVELADA hasta que la luz ilumine cada conciencia humana en este planeta.
