Introducción

Desde las elecciones de 2015, la presidencia de Estados Unidos ha sido un campo de batalla clave en la lucha por avanzar en el proyecto de la liberación de la humanidad.

A lo largo de la historia, los Estados Unidos de América fueron transformados en la sede central de los regresivos, luego del fracaso de usar a Hitler para controlar o debilitar a la Unión Soviética, algo que hoy en día se replica con el uso de Zelensky contra Rusia.

Los Estados Unidos de América

Desde el siglo XVIII, Estados Unidos se ha preparado para ser la cara visible del imperio regresivo, ocultando el verdadero poder que reside en la Iglesia Católica, que ganó la pugna entre los sectores regresivos para consolidar su dominio.

La Iglesia Católica movió su poder visible del Vaticano a Inglaterra, y posteriormente a Estados Unidos, convirtiéndolo en el principal bastión de poder regresivo. De hecho, tanto Inglaterra como Washington D.C. son propiedades de la Iglesia Católica, con títulos oficiales que acreditan al Vaticano como su propietario.

El verdadero poder detrás de estas estructuras es el Papa, quien, en su rol, sirve a los poderes regresivos representado por su demonio principal Yaldabaoth, quien ya ha sido desterrado del planeta.

El Incumplimiento del Acuerdo: Papa Francisco y Barack Obama

Tras el incumplimiento del acuerdo firmado por el Papa Francisco y Barack Obama para entregar el control del planeta a la Alianza Terrestre en la reunión de la ONU en septiembre de 2014, el Papa planeó una intervención en los Estados Unidos para destituir al vocero del Senado John Boehner y poner a Paul Ryan que se convertiría en presidente del país.

Sin embargo, cuando se descubrió que Ryan estaba colaborando con los Clinton, Vladimir Putin reclutó a Donald Trump para llevar a cabo los cambios necesarios en los Estados Unidos de América y culminar la promulgación del tratado NESARA (o GESARA), un acuerdo que había sido abortado el 11 de septiembre de 2001 con el ataque de bandera falsa a las Torres Gemelas.

Elecciones de 2015: Un Fraude Desarticulado

En 2015, Barack Obama ya no era más que una figura decorativa en la presidencia, manejada por los medios controlados por los regresivos. A pesar de los esfuerzos para llevar a Hillary Clinton a la Casa Blanca mediante fraude electoral, este fue desarticulado, lo que permitió la victoria de Donald Trump.

Sin embargo, Trump enfrentó una gran resistencia por parte de los poderes regresivos, quienes trataron de sabotear sus esfuerzos de "drenar el pantano". Parte de estos reveses fueron resultado de nombramientos de funcionarios regresivos encubiertos que retrasaron la implementación de los planes para el cambio planetario.

Los regresivos utilizaron la situación de la pandemia para realizar votaciones que les favorecieran para un fraude electoral y así su candidato Joe Biden fuera el presidente.

La Pandemia: como Cortina de Humo

A finales de 2019, los regresivos lanzaron su ofensiva con la falsa pandemia del COVID-19, mientras que la Alianza Terrestre permitió que esta situación se desarrollara para usarla como una cortina de humo en sus esfuerzos por erradicar el poder regresivo.

Durante este tiempo, los regresivos intentaron un genocidio a través de la pandemia y la vacuna, que tenía como objetivo modificar el ADN de los sobrevivientes, despojándolos de sus derechos humanos, de acuerdo con la sentencia emitida por la Corte Suprema de EE. UU.

Aprovechando las condiciones impuestas por la pandemia para crear excepciones en las votaciones que permitieran el fraude electoral para llevar a su candidato el seudo Joe Biden a una presidencia decorativa como lo fue Obama desde el 2015, pero utilizando los poderes remanentes que controlaban para boicotear el cambio planetario.

El Fraude Electoral de 2020

En las elecciones de 2020, el fraude electoral permitió la victoria del seudo Joe Biden, un fraude no reconocido por la Corte Suprema a pesar de las pruebas existentes. Sin embargo, a pesar de que los regresivos retomaron el poder, los Sombreros Blancos comandando a los militares patriotas, que se han dividido desde el 11 de septiembre de 2001 de las fuerzas federales, continúan luchando en una guerra civil encubierta, quienes lideran una revolución silenciosa dentro del territorio norteamericano.

La Guerra Civil encubierta

La guerra civil encubierta en EE. UU. se ha librado en múltiples niveles, incluidas batallas convencionales en algunos estados, donde los Sombreros Blancos han ido ganando terreno. Además arrestando a los regresivos para seguir drenando el pantano.

El Fin de los Líderes Regresivos

A Rusia le ha tocado lidiar con la situación en Ucrania, un país que ha sido sometido por la CIA durante décadas a través de la ingeniería social, preparándola como una herramienta contra Rusia, al igual que lo hicieron con Hitler.

La mayoría de los líderes regresivos ya no existen en el planeta; incluso sus dobles siguen órdenes de las fuerzas de luz para ejecutar acciones que, aunque fatídicas, buscan despertar a la humanidad de su hipnosis colectiva. La principal barrera para el cambio planetario son aquellos seres humanos que, hipnotizados, defienden el sistema que los esclaviza y están dispuestos a morir por él.

Guerras en Oriente Medio: Desesperación de los Regresivos

Las guerras en Oriente Medio son un intento desesperado de los regresivos por detonar una Tercera Guerra Mundial nuclear, algo que la Federación Galáctica de la Luz, por mandato del Padre Creador, jamás permitirá.

El Futuro: La Resistencia del Pueblo

A partir del 2019, después de los intentos de los regresivos por descalificar a Donald Trump y evitar su participación en las elecciones, los Sombreros Blancos desarticularon diversas formas de fraude para asegurar que los regresivos no retuvieran el poder.

El doble de Joe Biden fue descalificado, y la doble de Kamala Harris asumió el papel de candidata a la presidencia por los regresivos, respaldada por el fraude electoral. Sin embargo, Donald Trump logró retomar la presidencia y, con ello, se anticipan las siguientes acciones para el futuro:

  1. Cortar los recursos a Ucrania e Israel para poner fin a ambas guerras.
  2. Permitir la integración de Taiwán a China, resolviendo una fuente de tensión internacional.
  3. Disolver la OTAN, con la salida de EE. UU., para restablecer un orden mundial multipolar, más equilibrado.
  4. Promover la desintegración de la Unión Europea, para romper estructuras globalistas que frenan el cambio.
  5. Iniciar el proceso de cambio planetario, que liberará a la humanidad de las fuerzas regresivas y marcará el comienzo de una nueva era.