El gran dilema del ser Humano

Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha vivido entre dos fuerzas opuestas: la obediencia ciega a la autoridad y el impulso interno por cuestionar, explorar, analizar e investigar LA VERDAD. Esta tensión no es solo política o científica; es profundamente espiritual.

¿Debemos aceptar lo que se nos informa sin cuestionamiento, o debemos encender la capacidad de analizar para conseguir respuestas por nosotros mismos?

La Obediencia: Confort y/o Cautiverio

Obedecer es cómodo. Nos libera del peso de pensar por cuenta propia, de asumir responsabilidad de nuestro análisis por nuestras decisiones y errores. Desde pequeños, se nos entrena para obedecer: a los padres, maestros, líderes religiosos, médicos, gobiernos. Y aunque la obediencia tiene su lugar cuando se basa en confianza y sabiduría, también puede ser el camino hacia la manipulación, la ignorancia y la sumisión.

Los grandes sistemas de poder —políticos, económicos, médicos y religiosos— han prosperado gracias a poblaciones obedientes, temerosas de cuestionar y condicionadas a no pensar más allá del discurso oficial. Pero ¿a qué costo?

Analizar: El Camino del Alma hacia su Libertad

Investigar es un acto de coraje. Es nadar contra la corriente, desafiar dogmas, soportar el rechazo y, a veces, caminar solo. Pero es también el sendero de los despiertos, de los que buscan LA VERDAD más allá de las apariencias.

Investigar no es solo buscar datos; es analizar lo que damos por sentado, comparar versiones, escuchar al corazón y abrirse a nuevas perspectivas.

El que investiga se convierte en un ser soberano. No necesita que le digan qué pensar, qué tomar, qué temer o en qué creer. Se convierte en co-creador de su realidad, dueño de su cuerpo, su mente y su alma.

Recordemos que la mente humana tiene la capacidad de crear, de manera colectiva, porque fue diezmado con el capado de nuestro ADN, justo para utilizarla colectivamente a través de la mentira. Vivimos como esclavos a través de nuestro nivel de conciencia dentro de la Matrix 3D, conseguido con mentiras que afectan nuestros pensamientos, sumiendo nuestro nivel de conciencia a la esclavitud.

Entre la obediencia ciega y la investigación consciente

El dilema no es simplemente entre obedecer o desobedecer. Se trata de aprender a discernir. No todo lo que se nos ofrece debe ser rechazado, ni todo lo alternativo es necesariamente verdadero. La clave está en no rendirse a la comodidad de la obediencia sin reflexión, ni al ego de la rebeldía sin fundamento.

Investigar con el corazón abierto y la mente analítica es un acto sagrado. Es la forma en que el alma recuerda quién es, y por qué está aquí. Es la vuelta a re-conectar con nuestro ser espiritual, desconectado al nuestro ADN sagrado ser manipulado.

Conclusión: La Llamada a Despertar

Hoy, más que nunca, el mundo necesita seres que cuestionen, que analicen, investiguen, que se atrevan a ver más allá del velo impuesto. La obediencia ciega ha llevado a la humanidad a guerras, enfermedades inducidas, y sistemas corruptos. Solo el alma que investiga puede liberarnos. La pregunta no es si puedes investigar. Es si te atreves a hacerlo.

Razones por la que el Arcángel Rafael, regente de LA VERDAD y junto a la Arcangelina Rafelina regentes de la salud y el karma, no sólo de la humanidad, sino del planeta Tierra también vinieron al planeta a revelar LA VERDAD, como punto de partida para iniciar a revertir el proceso de esclavitud al que ha sido sometida la humanidad a través de su nivel de conciencia.

La tarea de la Tropa Estelar, los 144,000 valientes guerreros de luz es difundir LA VERDAD para evitar la brutal censura a la que nos tienen sometido estas plataformas virtuales controladas por los seres regresivos.