Introducción
Gaia es un planeta formado con características muy especiales y predestinada a ser única en el universo. También nosotros estamos formados por condiciones genéticas muy especiales, así que nuestras experiencias nos hacen únicos en el universo.
Porque así se diseñó el planeta, para tener la biodiversidad más completa; y, nosotros fuimos diseñados para contener una mezcla de ADN de diferentes razas humanas, incluyendo hélices de los genes autóctonos del planeta.
Pues resulta que se dieron condiciones excepcionales a nivel del cargo de Lucifer1, en el cual, el nuevo incumbente de entonces, eliminó las sociedades de castas, para agilizar la evolución de miles de millones de almas estancadas.
Esto trajo inconformidad y disputas entre algunas de las diferentes Federaciones; y, por estos conflictos, aprovecharon la oportunidad los Anunnakis, al lograr el permiso para crear en el planeta Tierra, la Adámica. Aprovechando esta coyuntura, los Anunnakis no sólo pusieron parte de su ADN en nosotros, sino que también lo caparon poniendo un sello entre las hélice 2 y 3, para convertirnos en seres unidimensionales y así poder ser manipulados por ellos, para sus intereses propios y violando el libre albedrío de la galaxia.
Hay que entender que las razas regresivas, como la de los reptilianos, son razas más antiguas que nosotros en la galaxia, por lo que ellos se consideran merecedores de una jerarquía superior a la nuestra. Ellos sienten recelo hacia nosotros, por nuestra posición privilegiada, al ser hijos del Padre Creador, Dios.

Nuestra herencia genética y cultural
Hice introducción anterior para crear el ambiente de lo que es nuestra herencia genética y cultural. Aún nuestro ADN es bien diverso, formado por múltiples razas humanas. La acción de diseñarnos un ADN con características ventajosas para los Anunnakis, nos da una herencia genética muy peculiar, al haber sido manipulada por ellos. Habernos mutilado genéticamente, nos coloca en una posición muy vulnerable como humanos hijos del Padre Creador, Dios.
Como he explicado en otras publicaciones, nos colocaron nuestro líbido sexual instintivo y utilizaban el poder de la fuerza sexual para corrompernos, al inducirnos pensamientos desde la cuarta dimensión para conseguir sus objetivos. Esto nos hace tener una herencia genética y cultural de lo que es la tradición Anunnaki.
El problema con estas razas regresivas, como la reptiliana, es que ellos solamente pueden percibir emociones burdas o de bajas frecuencias y no tienen la capacidad de procesar emociones de altas vibraciones, como la del amor y sus derivados.
De los Anunnakis heredamos, forzadamente, vía ADN y cultural, tradiciones regresivas como: Intereses materiales, recelos, rencores, ira, ultraje de la energía femenina y por tanto de las mujeres; vejación del sexo (que es sagrado), convirtiéndolo en una herramienta para recibir placer a través de cualquiera de sus opciones, desde la promiscuidad, homosexualismo, zoofilia, masturbación y todas sus variantes antinaturales.
Los Anunnakis denigraron tanto a la mujer, que llegaron a utilizar la clonación como medio reproductivo y el sexo como medio recreativo. Todo ésto llevó a que ellos se convirtieran en depredadores del sistema natural de su planeta y, por tanto, se derivaron sistemas artificiales contra natura, en toda su sociedad de castas.
Al tener un gobierno aristocrático y permitir la poligamia informal, sus leyes, antes de utilizar la clonación como medio reproductivo, planteaban que el hijo primogénito del rey heredaba la corona; sin embargo, resultó que el primogénito no era el hijo de la reina, sino de una de sus consortes, creando conflictos gravísimos por la herencia del trono. Pongo estos ejemplos, porque fueron replicados en nuestro planeta, a través del tiempo, por ser una herencia cultural heredada directamente de los Anunnakis.
Para resumir la publicación, y no extender demasiado, les dejo a ustedes hacer las extrapolaciones correspondientes del por qué de todo lo sucedido negativamente en nuestra historia. Solamente queda agregar que, parte del interés primordial de los Anunnakis era mantenernos en la ignorancia total porque así, corrompiendo nuestras mentes creadoras, podían hacernos crear el mundo ideal para sus nefastos objetivos.