Para encarnar en un planeta tiene que ser autorizado por el Melkisedec vigente, porque es el cargo al que le corresponde ésto. Dadas unas diferencias que hubo por la abolición del sistema de castas en la galaxia, por el incumbente de turno (Lucifer), ya que se quería agilizar las encarnaciones para evolucionar a miles de millones de almas estancadas); y, esto trajo discrepancias que fueron convenientes para realizar una alianza estratégica entre: las hordas satánicas y los Anunnakis, haciendo una especie de alianza estratégica para beneficio mutuo; y luego, llegaron los arcontes que, a su vez, parasitando a éstos.
Los Anunnakis se aprovecharon de nosotros, creándonos con las debilidades necesarias, y manipulándolo todo para garantizar nuestra esclavitud para siempre, trabajando para ellos, desde el inicio, en la extracción del oro, que es sumamente importante para mantener la vida en la superficie de su planeta al bloquear su atmósfera los rayos cósmicos.
Hubo un intento de rescate bélico de la Federación Galáctica de la Luz, pero nos tenían como carne de cañón, y ahí se definió una guerra estratégica, de encarnaciones de almas que lucharían por conseguir la vibración liberadora en la superficie del planeta (Gaia). Pero el Melkisedec fue muy complaciente con los Anunnakis y empezó a permitir las encarnaciones de los peores seres en la galaxia, los de más baja energía, los más malvados, para densificar las energías, mientras la Federación Galáctica de la Luz enviaba las almas más prístinas para contrarrestar y elevar las energías.
Todo esto fue posible por el libre albedrío en la galaxia y la “necesidad” de que se obtuviera esta experiencia especial y única. Pero los regresivos, comenzaron a cazar a los seres de luz y a hacerle la vida insoportable para corromperlos, en asociación con los arcontes, que de hecho parasitaron a los Anunnakis, sin dejar todo el mal realizado por los malvados encarnados, que son parte de su naturaleza.
Esto incluyó traer a Abraham y los judíos al planeta, para ser parte de la cúpula superior de dominio, dentro del sistema de sociedad de castas. Los Anunnakis podían vivir en el planeta como humanos a través de hologramas, pero luego los arcontes consiguieron la tecnología para habitar portales orgánicos, (cuerpos humanos), y mezclarse entre nosotros.
Esta guerra existió por milenios. Podemos resaltar la llegada de los avatares para ayudar a elevar las vibraciones, con sus enseñanzas, como el caso de Jesús; también los grupos de almas de luz en el renacimiento y en la era de acuario; etc.
Así, la alianza Arcontes, hordas satánicas, Anunnakis, híbridos Anunnakis – humanos como reyes, judíos sionistas y la iglesia católica, que permeó todos los gobiernos, se encargaron de desvirtuar todo y asesinar a los seres de luz que no se podían corromper.
De esta manera, los reencarnaban con memoria borrada e iniciaban su intento de corrupción de nuevo. Ya pueden entender el origen de la maldad en el planeta.
Esto implicó que todos los humanos extraterrestres podían venir a combatir, de hecho, los los humanos extraterrestre de las naves, nos consideran sus héroes. Pero la guerra vibracional se recrudeció en los últimos 200 años, dando como resultado todas las divisiones de países, corrupción, guerras mundiales y locales, etc.
Pero los regresivos han llegado tan lejos que se ha tenido que levantar parte del libre albedrío en los últimos 50 años y, más fuertemente, en los últimos 10 años. Esta guerra vibracional ya está ganada, sólo debemos difundir LA VERDAD para garantizar que les llegue a los interesados, la celebración en pocas semanas o meses. Por eso es que:
"Todo lo que viene es infinitamente maravilloso"
