Carta al Señor Donald John Trump

Señor Trump
Usted asumió la presidencia de los Estados Unidos de América con una misión específica y trascendental: facilitar la liberación de la humanidad, para que podamos vivir en un mundo libre, justo, y próspero.
Lamentablemente, durante su primer período no logró cumplir plenamente con los objetivos trazados. Más tarde, no pudo impedir que le arrebataran unas elecciones que legítimamente ganó en el año 2019.
Aun así, hemos aguardado con paciencia a que culmine la tarea encomendada en este segundo período. Un período que comenzó con pasos certeros hacia el tan necesario, urgente e indispensable cambio planetario.
Le recordamos que usted tiene un acuerdo con nosotros. Son precisamente los integrantes del Estado Profundo quienes han hecho todo lo posible por impedir su retorno al poder —incluido un atentado que nosotros logramos neutralizar.
El tiempo avanza, y con él, crece el peso de la responsabilidad que compartimos. La demora en ejecutar decisiones acertadas está ralentizando el proceso. Advertimos, además, que enemigos infiltrados en su entorno podrían estar manipulando su juicio.

Debo aclarar: sus enemigos no son la Federación Rusa, ni la República Popular China, ni la República Islámica de Irán, ni la República Popular Democrática de Corea, ni tampoco los demás integrantes del BRICS Plus, ni el resto del mundo.
Todos ellos trabajan en conjunto por el surgimiento de un mundo multipolar, donde la hegemonía del Estado Profundo —que ha sumido a la humanidad en la miseria y la esclavitud— llegue a su fin.
En mensajes anteriores, le hemos sugerido seguir el ejemplo de líderes como Vladimir Putin y Xi Jinping, quienes actúan con firmeza, prudencia y sin protagonismos innecesarios. Usted, en cambio, está habituado al espectáculo, al estilo del “reality show”; sin embargo, este momento no admite tal enfoque. No se trata de entretener, sino de ejecutar.
Los acontecimientos que hoy vivimos en la Tierra constituyen los eventos más trascendentales en toda la historia del universo. De hecho, nuestro Padre Creador —Dios— dirigió personalmente esta operación entre octubre de 2014 y enero de 2021.
Desde entonces, en enero de 2021, Él me asignó la responsabilidad de conducir esta misión junto a los Arcángeles Miguel y Gabriel. La Arcangelina Regina —conocida en la Tierra como la Virgen María— junto a la Arcangelina Esperanza, han descendido a apoyar esta magna obra de liberación.
Además, han encarnado en el planeta 144,000 almas prístinas de luz para librar la batalla espiritual contra los demonios que han controlado la conciencia humana durante milenios. A ellos se suman numerosas semillas estelares que colaboran elevando la frecuencia vibratoria del pensamiento colectivo.
La Federación Galáctica de la Luz, con millones de naves operando de forma discreta, asiste constantemente para alcanzar los objetivos divinos trazados.
Comprenda que el planeta Tierra —Gaia— es el más importante de esta galaxia, y uno de los más valiosos de todo el universo. Por tanto, esta operación posee una relevancia universal sin precedentes.
Señor Trump, su guerra comercial mediante aranceles representa un desperdicio de energía y tiempo. El objetivo no es “hacer a América grande otra vez” (MAGA), sino hacer grande nuevamente al planeta Tierra (MEPGA). Esta es la verdadera misión.
Debe actuar con decisión: poner fin a los conflictos en Ucrania y Medio Oriente, retirando inmediatamente todo apoyo, abandonar la OTAN y todas las instituciones globalistas que obstruyen el cambio que anhelamos.
Apelo a su sentido común, a su conciencia superior y a su compromiso con esta causa suprema. Ejecute lo que tiene que ejecutar. El momento es ahora. Recuerde que después puede ser demasiado tarde para usted.
Con determinación y verdad,
Rafael Cruz
Arcángel Rafael
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