Antes de referirnos a nuestra amada madre Gaia, quiero darles ciertas informaciones sobre un planeta destruido en nuestro sistema solar, cuyo nombre fue Tiamat y estaba formado por lo que hoy conocemos como el cinturón de asteroides que se encuentra entre Marte y Júpiter.
La Luna, nuestro satélite artificial fue traída especialmente desde ese cinturón de asteroides, colocada milimétricamente en su lugar para poder ser a simple vista del mismo tamaño que nuestro Sol así poder producir los eclipses totales y manipular con equipos tecnológicos la frecuencia de las energías vitales que llegan a la superficie del planeta. Damos estas informaciones para que puedan entender los conocimientos tecnológicos bélicos de estos seres regresivos, que llegaron hasta a destruir un planeta.
Eso demuestra que, antes que entregar el control de nuestro planeta Tierra, estarían dispuestos a desintegrarlo. De hecho colocaron millones de bombas antimateria en el sistema Solar y en la Vía Láctea.
Nuestra madre Gaia es única y muy especial en el universo, porque está dotada de conciencia y aceptó someterse a un proceso de evolución no convencional dentro de las posibilidades que permite el libre albedrío otorgado a nuestra galaxia:
- Tiene la más amplia variedad de vida, desde el reino vegetal, animal y hasta mineral.
- Alberga la raza humana con mayor variedad en su ADN y con hélices compartidas con ella, las cuales le permiten utilizar sus fuerzas elementales.
Sus diferentes razas y especies de minerales, plantas y animales tienen nivel de conciencia, inteligencia y la capacidad de comunicación entre ellos y hasta con los humanos.
Los grises y sus amos Los Anunnakis
Los Anunnakis consiguieron el permiso para crearnos, ellos por su conveniencia y violando las directrices naturales manipularon nuestro ADN para impedir la conexión con nuestro yo superior y poder limitar nuestro nivel de conciencia a la percepción de la realidad 3D también manipulada por ellos.
Por suerte Enki no acató la orden completa de su padre, el rey Anu, dejando la posibilidad de reconectarnos con nuestro ser superior al integrarse todas las hélices y generar la hélice 13, para evolucionar de homo sapiens a homo galacticus.
Gaia aceptó vivir la experiencia de someterse a las más bajas densidades, en una dimensión 3D artificial, provocada por todas las manipulaciones regresivas y ella nunca arremetió en contra nuestra, por esto es la madre más abnegada que pueda existir.
Ella contiene el registro Akásico entre otras cualidades que la hacen tan especial. Esto hace que nuestra experiencia de la mano con Gaia sea única en el universo, sobre todo por el aprendizaje obtenido a través de la manipulación regresiva.
Nuestra historia es muy singular, porque va desde la esclavización hasta la liberación de nuestra raza. Experiencia que nos sirve para aprender un conocimiento invaluable, para nuestro futuro y de los próximos universos que se crearán.
Por eso bajó la tropa estelar enviada por nuestro Padre Creador, principalmente las 144,000 almas prístinas que tengo el honor de dirigir, que atendieron al llamado del príncipe de Venus, Sananda Kumara, Jesús, para librar la guerra vibracional con el objetivo de liberar a la humanidad del encarcelamiento a su nivel de conciencia.
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